Cómo escribir una buena novela erótica.
El porno ha hecho mucho daño. A él debemos la extendida (y justificada) creencia de que lo erótico es vulgar, predecible y zafio. Como aquello del repartidor de pizzas que cobra de la forma que todos menos él sabíamos que esa señorita despampanante y medio desnuda iba a utilizar para pagarle, o el fontanero que revisa bajos que, a priori,...