Tres juegos picantes que hacer con tu pareja en verano

ENFRÍATE

No, no queremos que enfríes tus ánimos ni los de tu pareja. ¡Todo lo contrario! Lo que os ofrecemos es un sensual y erótico juego que, además de calentar las cosas entre tú y tu pareja, enfriará el caluroso ambiente veraniego de agosto. Tan solo necesitáis algunos geles fríos de placer, una cubitera bien llena de cubitos de hielo... ¡y un poco de imaginación! Jugad con esos geles de placer fríos, o también con líquidos de sabores en tubo, previamente enfriados en la nevera. Incluso podéis utilizar helado o chocolate líquido muy fresquito, ¡pero poned el aire acondicionado, porque de lo contrario podéis terminar sobre un empastre muy poco erótico! Complementad tan refrescante placer con juegos con cubitos de hielo y, finalmente, disfrutad de la traca final bajo la ducha, bien fresquitos. ¡Probadlo y sin duda repetiréis! ¿Queréis llevarlo aún más lejos? Utilizad un globo de agua pequeño y alargado para crear un juguete erótico de hielo. ¡A ver dónde os lleva esa idea!

JUEGOS DE ROL

Ya os hablamos en el artículo anterior de la idea de utilizar diferentes roles para disfrutar con tu pareja de una velada muy especial. Esta idea, que os aseguramos que es de lo más divertida y picante, podéis llevarla más allá y utilizar algunos disfraces o complementos para vuestros juegos de rol. Desde clásicos como el médico y la paciente o la profesora sexy y el estudiante travieso, hasta cualquier cosa que podáis imaginaros. ¡Además, no tenéis por qué limitaros a la intimidad de vuestra casa o del hotel para esto! Tan solo tenéis que crear un personaje para cada uno, completarlo con un vestuario acorde a ambos personajes y, cuando durante las vacaciones paséis unos días en algún lugar lejos de casa, olvidaos de ser vosotros mismos y dar rienda suelta a vuestros respectivos roles. ¡La experiencia será tan divertida que no tardaréis en repetir, os lo aseguro!

DESNUDA TU PIEL

Existen numerosas playas nudistas a las que tú y tu pareja podéis acudir juntos. Una vez allí, ya sabéis: ¡desnudaos! Después tan solo tenéis que disfrutar del ambiente y de los cuerpos desnudos que podréis ver en la playa. Jugad entre vosotros diciéndoos al oído cosas picantes que os sugieran esos cuerpos y no tengáis pudor alguno en dejaros llevar por la excitación. Después, cuando necesitéis más, tan solo tendréis que buscar algún rincón tranquilo y escondido en el que dar rienda suelta a vuestra pasión. ¡Pero aseguraos de que es un sitio lo suficientemente privado para no montar un escándalo! Algunas alternativas son recurrir al siempre socorrido coche o incluso dejarse llevar dentro del agua, tal y como ya os sugerimos en el artículo anterior. Sea como sea, recuerda siempre que la búsqueda de diversión y de placer no es excusa para molestar o incomodar a los demás. ¡Sé cívico siempre!