Series de TV: Bonding

12.09.2022

Pese a que no es frecuente encontrar series de televisión o películas que aborden temáticas sexuales, de vez en cuando aparece alguna pequeña sorpresa audiovisual. Bonding es una de esas sorpresas. La serie, una comedia romántica y dramática de alta carga sexual (pese a que carece de material explícito), cuenta con un total de quince episodios divididos en dos temporadas que se estrenaron entre el 2019 y el 2021. Cuenta con un reparto poco conocido y se centra en la historia de Tiff, una joven estudiante de psicología que se gana la vida como Dómina. Entra entonces en escena su amigo gay Pete, quien, necesitado de trabajo, se convertirá en el ayudante de Tiff, lo que le conducirá a sumergirse en el mundo del BDSM, hasta entonces completamente desconocido para él. Como curiosidad, la serie está basada en las propias experiencias personales del creador de la misma.

La serie cuenta con la ventaja añadida de que es tremendamente rápida, pues se trata tan solo de quince episodios de unos quince minutos de duración cada uno, lo que suma unas cuatro horas de serie en total. ¡Cada temporada tiene la duración de una película! A esto hay que sumar que los episodios son muy rápidos, por lo que al espectador no le da tiempo de aburrirse. En lugar de eso, lo habitual es ver varios episodios del tirón, ya que uno solo sabe a poco. Lo cierto es que la propia serie sabe a poco, pero también es cierto que cuenta lo que tiene que contar, y lo cuenta bien. Añadir más temporadas habría supuesto un estiramiento innecesario y forzoso de una trama que queda muy bien recogida en esas dos temporadas.

Lo más curioso de todo es que, si bien la temática de Bonding se presenta como sexual y centrada en el BDSM, lo cierto es que a lo largo de la serie descubrimos que eso no es del todo cierto, pues lo referente al sexo aparece más bien como lienzo sobre el que se pinta la historia, una historia en la que el protagonismo lo tienen las relaciones personales de todo tipo. Los propios protagonistas, Pete y Tiff, cargan con buena parte del peso a la hora de mostrar al espectador las relaciones personales, bien sea a través de sus propias experiencias con terceras personas, de la peculiar y extraña relación que se crea entre ambos o de las relaciones que se establecen entre ellos y sus clientes, unos más peculiares que otros.

La principal problemática a la que se enfrenta la serie, por supuesto, es su temática. Tan cierto es la máxima de que el sexo vende como el hecho de que no lo hace de forma pública. El sexo vende en privado, pero, evidentemente, no estamos ante una serie que el espectador pueda ver con cualquiera. De ahí, seguramente, el hecho de que Bonding, pese a su calidad como serie y a lo bien que retrata las relaciones humanas, pasase con más pena que gloria por Netflix, una plataforma que con frecuencia es vista en familia. Sea como sea, te recomendamos que, si tienes la oportunidad, no dejes de ver Bonding, tan disfrutable para aquellos interesados en el BDSM como para quienes no tengan ningún conocimiento al respecto pero deseen saber un poquito más de este oscuro y erótico mundo.

Volveremos pronto, ya con la llegada de un otoño que promete ser lluvioso, con más artículos sobre series, películas, novelas y mucho más. No perdáis la pista a la web si no os lo queréis perder, pero, sobre todo, ¡id preparando el paraguas, que viene lluvia!