Sane, safe and consensual

30.08.2021

 Como ya os prometimos en la tercera entrega de Conceptos básicos del bdsm, hoy os traemos una entrada muy especial que tiene como objetivo explicar bien en qué consiste eso de Sane, safe and consensualy por qué resulta fundamental en toda relación bdsm e incluso en cualquier tipo de relación íntima.

Sane. Aunque podemos entender sane como "sano", lo cierto es que se trata de uno de los llamados falsos amigos (palabras de otro idioma a las que, por su parecido con alguna palabra de nuestro propio idioma, damos un significado diferente al que le corresponde). Sí, es cierto que sane puede traducirse como "sano", pero es solo uno de los distintos significados que tiene. En particular se refiere a SENSATO. Efectivamente quiere decir que toda relación íntima debe ser SENSATA. Esto, que puede parecer de perogrullo, al parecer no lo es para todos, en especial dentro de los ambientes bdsm, en los que con demasiada frecuencia se adentran personas que desconocen lo que en realidad significa el bdsm y piensan que consiste en que un Amo puede hacer lo que quiera con cualquier sumisa, porque para eso es Amo. ¡NO! ¡MAL! Desarrollaremos esto en el siguiente punto, pero vamos a quedarnos con una idea: si no te parece sensato hacer una cosa, no la hagas. Probablemente tu intuición será correcta.  

Safe. El bdsm, así como cualquier relación íntima, deben ser SEGUROS. Esto resulta particularmente importante cuando hablamos de juegos sadomasoquistas, en los que toman parte prácticas como causar dolor, estrangulamientos y sexo, digamos, más extremo. Hay masoquistas que incluso se excitan con elementos como los cortes o la sangre. Sin ánimo de juzgar a nadie, pues consideramos que cada cual puede realizar las prácticas que desee (al menos siempre que cumplan las tres reglas: sane, safe and consensual), hay que asegurarse de que se sabe lo que se hace y, además, hay que tomar toda clase de precauciones y medidas de seguridad, pues los accidentes existen y en nuestra mano está evitarlos. Be safe!

Consensual. CONSENSUADO. A estas alturas no debería ser necesario que nadie hiciese hincapié en esto, pero, lamentablemente, sí que lo es. Según parece, y podemos ver a diario en los medios de comunicación que es así, todavía quedan energúmenos (porque no se les puede dar otro nombre) que consideran que pueden hacer lo que quieran con quien quieran. Si bien es cierto que, por suerte, estamos en una sociedad cada vez más mentalizada a este respecto, también lo es que todavía queda un largo camino para alcanzar un punto en el que realmente solo sí sea sí.
Dentro del bdsm en particular, cuando hablamos de consensual no nos referimos tan solo a que las relaciones íntimas lo sean (que también, por supuesto), sino que hacemos referencia a los límites de la persona sumisa. Estos límites pueden resultar muy diferentes de una persona a otra, e incluso es habitual que se vayan ampliando con el paso del tiempo, a medida que se va experimentando y probando cosas nuevas. Sin embargo sí deja claro que nunca se debe hacer algo que la persona sumisa haya establecido como límite, pues no habrá dado su consentimiento. Y, recordatorio para neandertales, ni siquiera un Amo puede hacer con nadie cosas que no han recibido consentimiento expreso por parte de la otra persona. Si os encontráis con alguien que dice ser Amo, pero no comparte esto, ¡apartaos de él lo más deprisa posible!

 ¡Nos leemos la próxima semana con más artículos! Hasta entonces, no dejéis de aseguraros que todas vuestras relaciones íntimas cumplen las tres reglas: sane, safe and consensual. ¡En nuestra mano está hacer que todo vaya bien!