La mujer en la literatura.

23.04.2021

 La semana en que se celebra el Día del Libro es un momento perfecto para reivindicar el papel de la mujer en la literatura. Si bien es cierto que la situación actual de las mujeres que se dedican a la escritura resulta bastante pareja a la de los hombres (pese a que todavía existen numerosos prejuicios que perjudican a la mujer), no siempre ha sido así. Seamos claros: mujeres que escriben ha habido siempre. Mujeres escritoras que hayan podido trascender a través de su obra, no tantas. El mundo literario, hasta hace no mucho tiempo, era de dominio claramente masculino. Es una realidad, nos guste o no nos guste. De hecho, si buceamos en la literatura universal, encontraremos que son muy pocos los nombres conocidos de escritoras que datan de antes de finales de la Edad Media, y la mayor parte de estas quedaban limitadas a la literatura religiosa o a la poesía. No es de extrañar por tanto que muchas mujeres optasen por ocultar su género tras pseudónimos masculinos, práctica que resultó particularmente extendida durante el siglo XIX, ya que era prácticamente su única alternativa si querían tener posibilidades de publicar. Esto se debía principalmente, como decíamos antes, a prejuicios infundados: los editores consideraban que las mujeres solo eran capaces de escribir literatura romántica. Si bien es cierto que era el género predominante entre autoras, también lo es que, ya en el mismo siglo XIX, hubo no pocas mujeres que escribieron títulos de enorme trascendencia. Lo lamentable, sin embargo, es que hoy en día aún hay mujeres que optan por utilizar un nombre masculino, a fin de allanarse un poco el camino. A una desconocida J.K. Rowling, a mediados de los noventa, sus editores le pidieron que usase iniciales en lugar de su nombre, pues de esa manera enmascaraban que se trataba de una mujer y, decían, sería más fácil vender su obra. Estamos hablando de hace tan solo unos veinticinco años.  

 Pero demos voz a las que pudieron superar esas dificultades. Recordemos el Frankenstein, de Mary W. Shelly, la novela feminista Dos mujeres de Gertrudis Gómez de Avellaneda, los Cantares gallegos de Rosalía de Castro (reflejo de la sociedad rural de la época) o, ya a principios del siglo XX, las numerosas obras de la popular escritora de misterio Agatha Christie. Más tarde llegarían nombres tan conocidos como Virginia Woolf (La señora Dalloway, Al faro), Sylvia Plath (de obra profundamente feminista), Gabriela Mistral (primera mujer de latinoamérica en ganar el Nobel de Literatura), Ana Frank y su famoso Diario de Ana Frank o J.K. Rowling con su conocida saga Harry Potter, por mencionar tan solo algunos nombres.Tampoco hay que olvidara las españolas Almudena Grandes, Elvira Lindo, Julia Navarro, Laura Gallego y muchas otras, grandes representantes del importante papel de la mujer en la literatura.

Todas ellas, en mayor o menor medida, han contribuído a que hoy en día exista una mayor igualdad entre hombres y mujeres en la literatura, sí, ¿pero hasta dónde llega esa igualdad? Hablémos de números. Según un estudio realizado por RTVE en 2018 (podéis verlo aquí), sigue habiendo una brecha abismal en cuanto al reconocimiento de la mujer en la literatura. Por mencionar algunos de los datos que aporta el estudio, el Nobel de Literatura, en el 2018, lo habían recibido un centenar de hombres frente a catorce mujeres; y apenas una docena de mujeres han formado parte de la RAE desde su origen a principios del siglo XVIII.

No hay duda de que se ha adelantado mucho, pero todavía queda un largo camino de reivindicación del papel de la mujer en la literatura. Esta semana, decíamos, se celebra el Día del Libro, y desde aquí queremos lanzar una propuesta: leed literatura escrita por mujeres. Buscad en vuestra estantería, elegid un título escrito por una mujer y leedlo durante este mes de abril, como muestra de apoyo. Yo voy a elegir Frankenstein, de Mary W. Shelly. ¿Y vosotros?

GRIMNIR EDICIONES.