Guía para crear una novela erótica (1)

22.09.2021

La literatura erótica sufre un problema del que carecen la mayor parte de géneros literarios, debido precisamente a su temática. Es tristemente usual encontrarse con novelas que pretenden ser eróticas, pero que, lejos de serlo, podríamos clasificar más bien como pornográficas, y que, por lo general, suelen ofrecer historias que en las que todo se limita al sexo por el sexo, normalmente con personajes carentes de todo desarrollo y de cualquier atisbo de personalidad, y eso sin entrar a comentar una calidad literaria que brilla por su ausencia y una corrección ortográfica y de estilo que nunca existieron. Este tipo de producto de pésima calidad y tan dañino para la literatura erótica es precisamente lo que nunca debe hacerse, no si vuestro objetivo es conseguir una novela erótica en la que se narre una historia en condiciones, en la que se desarrollen unos personajes y que, en definitiva, ofrezca algún interés a los lectores más allá del sexo por el sexo. ¿Pero cómo podemos conseguir esto? ¡En este artículo y en el de la próxima semana os daremos unas pautas para que os resulte más sencillo hacerlo!

Esta podría ser nuestra Esther
Esta podría ser nuestra Esther

LOS PERSONAJES. Uno de los elementos fundamentales para cualquier buena historia son los personajes. Hemos comentado ya en alguna ocasión que un buen personaje puede salvar una mala historia, mientras que un mal personaje puede hundir la mejor de las historias. ¿Pero cómo se consiguen buenos personajes? ¡Con desarrollo, naturalmente! Un personaje no es tan solo un nombre y una descripción física (que en las malas novelas eróticas suele estar llena de clichés que se repiten una y otra vez); un buen personaje necesita tener cierto fondo y ciertos rasgos que lo definan y nos permitan saber cómo es, más allá de su rostro y su cuerpo. Vamos a crear un ejemplo; uno que se aleje de los tópicos de la literatura erótica.  

Vamos a crear a Esther, una chica de veintimuchos años llena de inseguridades. Ella es bajita y delgada, de hecho no pesará más de cuarenta kilos, tiene cabellos y ojos de lo que ella llama aburrido color castaño, poco pecho y, eso sí, un culo bonito. Esther es una chica muy trabajadora, que se dedica al estudio del arte, pues es inteligente y culta, y con buena formación. Por su trabajo viaja mucho, lo que supone que pase la mayor parte del tiempo sola, en hoteles y lejos de casa. No le importa, pues es una persona muy introvertida que se siente más cómoda en soledad.
Como veis, Esther no tiene nada que ver con los clásicos personajes de literatura erótica. Pero necesitamos un segundo personaje, así que vamos a por él. ¿O quizás a por ella?

¡Una Andrea perfecta!
¡Una Andrea perfecta!

Andrea es una chica aventurera, nada que ver con la tímida e introvertida Esther. También viaja mucho, pero lo hace porque le apasiona, no por trabajo. Ella se dedica a la pintura, pero no le va demasiado bien, pues tan solo logra vender algún cuadro de tarde en tarde. Sin embargo no le importa, porque se apaña para ir tirando, y a la hora de viajar tan solo necesita su moto, que es lo más parecido que tiene a un primer amor, y una mochila con cuatro cosas esenciales. Andrea es una mujer sencilla y llena de pasión, pero también tremendamente alegre. Es de esas personas que iluminan la vida de los demás tan solo por estar en ella. Físicamente es una mujer que atrae muchas miradas, pues a su actitud apasionada e introvertida se suman un cuerpo bonito, un atractivo rostro que siempre ofrece una sonrisa, cabello rubio y dos ojos azules que han roto más de un corazón.  

Ya tenemos nuestros personajes, dos personajes sencillos, pero con diferentes detalles que los dotan de un relieve enorme. Ahora solo nos queda dar forma a nuestra historia, ¡pero eso lo haremos la próxima semana! ¿Te lo vas a perder?